martes, 18 de septiembre de 2012

El negro mundo de Holly


Que el mundo me conozca es la última de las novelas del escritor norteamericano Alfred Hayes (1911-1985) que publicó la editorial La Bestia Equilátera. Nacido en Inglaterra, fue trasladado de niño a los Estados Unidos y terminó convirtiéndose, como supo ocurrir con otros escritores inmigrantes, en un autor típicamente estadounidense. Es una manera de decir: ¿qué puede ser lo típico en una sociedad donde la variedad no deja de ocurrir? Pero ese estilo frío, descarnado, con un narrador a quien no importa meterse en los vericuetos escandalosos de la mente humana, como las de esos que se saben perdedores, o de los que se creen ganadores, pero que para lograr lo que ansían han dejado por el camino girones de sus sueños, de sus ideales, de sus esperanzas, que van trocando por lo que pueden aquello que a alguna vez quisieron.

El desencanto y la amargura de la novela de Hayes, un autor casi desconocido en la Argentina, solo editado en 2010 por La Bestia Equilátera, cuando  una anterior novela, Los enamorados -que logró cierto suceso de crítica y público-, permitió descubrir a los hispanoparlantes a un escritor que podía integrarse sin ninguna dificultad a lo que puede llamarse la novela negra norteamericana. Claro que una novela negra particular, porque si bien se lo puede relacionar con un escritor como Raimond Chandler, esta novela escrita a fines de la década del 50 no tiene asesinatos por descubrir, sino la posibilidad de que ocurra una tragedia sentimental, siempre latente.

Alguien calificó a estas dos obras como  “novelas negras del corazón”. Y es verdad, uno parece estar leyendo una novela negra, pero sin los crímenes que la caracterizan y sin el detective que intenta descubrir los motivos, mientras las muertes y las vergüenzas de la sociedad van descarnándose a su alrededor.
Esta novela, editada en 2012, tiene como escenario el mundo de Hollywood californiano, un escritor de cierto éxito, que ya lleva cinco años escribiendo para el cine, con un trabajo que lo aleja de su casa y de su esposa durante algunos meses en el año,  relata en primera persona sus vivencias, con la  típica y cínica mirada desencantada, pero sin la misericordia de aquella novelística.

En una fiesta del ambiente, a la de que debe concurrir pero que desea abandonar, rescata de un posible suicidio a una joven que, como tantas otras, intenta abrirse camino en el estrellato, donde  las actrices valen más por su juventud y su belleza que por sus condiciones dramáticas.
La relación se profundiza, al tiempo que dos personalidades diferentes van siendo diseccionadas, mientras la abrumadora realidad los va enfrentando con sus miserias, sus ambiciones frustradas y el desencanto que los invade por momentos.

Con ciertas características de esas novelas de amores contrariados, donde al igual que en el policial negro la tragedia va desencadenándose en forma inevitable, en el mundo de ficción que los envuelve, mientras sus propias debilidades dan paso a un destino que se cumple sin piedad y sin remordimientos

Buen momento para conocer a un escritor, ignorado hasta hace poco por los lectores  de habla hispana, que bien puede ampliar su mundo literario, a la espera de nuevas traducciones que permitan acercar sus novelas posteriores.

R.B.

Que el mundo me conozca
Alfred Hayes
La Bestia Equilátera
Trad.: Martín Schifino
160 páginas - $ 69

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